Como aparecer y ver al mundo desde abajo, con los pies de todo caminante ir y venir, entrecruzándose y confundiéndose en un mundo paralelo individual. Unos grandes, otros chicos, unos calzados elegantes, otros, simplemente útiles, pero en conjunto, dejando en el ambiente el ruido de sus pasos que indican a quien escucha que debe continuar también en su andar y que indican al que ve, que andando se puede tropezar.
Como desaparecer de tu lugar previo y de pronto ver todo desde arriba, aparecer sobre un montón de cabezas que sobre sus cuerpos van en marcha. Desde arriba se ven todos iguales, con sus sombreros, sombrillas, con sus cabellos sueltos u ordenadamente arreglados, pero debajo de lo que se ve, algunos en su transitar lloran, otros sonríen, algunos miran a la nada y caminan por automatismo y en otros brilla la mirada ilusionada de saber que se dirigen a un lugar seguro, albergue para cualquier ser frágil, para mantenerse alejado del dolor, cansancio, frustraciones, encantos y desencantos que suelen acompañar al vivir: los brazos de un fiel y siempre protector amor que ante todo sabe dar su calor.
Ver a algunos que con poco hacen de todo, ver a otros que con todo, hacen nada. Ver a quienes intentan equilibrar ésa desigual realidad. Ver a quien destinado está a morir, sobreponerse y respirar. Dejar de ver a quien bien se encontraba y que ahora ya no está.
Dejar de ver para sentir y en base a ello, actuar. Saberse portador de su propia realidad, de su momento, de su capacidad para crear o destruir, saber que en el caminar desde arriba o desde abajo se puede ver, pero no en detalle apreciar y que por estar arriba o abajo no significa estar bien o mal.
Hacer lo imposible para sorprender a todos o a solo una persona que todo para ti pueda significar y que no sea suficiente. Hacer nada, para quien te considera su todo y que con solo estar signifiques algo imposible o increíble en su existir. Saber de quienes no están, y no ver a quienes frente a ti demuestran su apoyo, aunque sus ojos brillen con amor por saberte ahí. Ser indiferente ante la necesidad de quien te ama, ser correcto y complaciente ante quien dice amarte pero que en acciones lo contrario demuestra.
Cosas impensables que hacemos y dejamos de hacer, que a veces nos toman tiempo en planear y otras las hacemos sin querer. Acciones que no requieren ser ejecutadas en un escenario para tener importancia y captar la atención de todos. Porque aunque cuentes con fama, con un público de larga data, con entrenamiento, con toda la buena fortuna, no permanecerás en el ojo del huracán y lo que vivas fuera de él, también formará parte de tu ser.


Sarasnake