No hubo más, solo silencio. Silencio cuando solo quería gritar. Una caricia, un gesto; cuando solo quería soledad. Contradicciones entre el querer y lo que no se quiere, ¿cómo se puede saber?, cuando no pronosticamos las consecuencias, aquellas lejanas piezas que caerán, empujadas al vacío, por la fila interminable que se derrumba gracias a un pequeño chasquido de mi mano; que empujó la primera pieza. ¿Cómo rehacer lo que el fuego consumió? ¿Qué magia es capaz de amalgamar la ceniza en la silueta que conformó alguna vez? El tiempo no invierte sus engranajes así como el río es incapaz de escalar montañas. Imposible es conseguir todo aquello que surca nuestro deseo, si has de querer algo, algo has de sacrificar. ¿Qué podría canjearse por felicidad si anhelas aquello que estuviste dispuesto a abandonar?. Cuando has avanzado el camino, y ante una encrucijada te enfrentas, ¿qué camino sería tu destino, si aunque sepas su final, no sabes el final que a ti te deparará? La pregunta correcta es qué estás dispuesto a sacrificar: cualquier decisión será correcta en sí misma, e incorrecta al recordar el precio que debiste pagar.

Solo silencio. En este camino que escogí ya no pudiste acompañarme. Como la nostalgia me invade al recordarte y tarde comprendí, como aquella meta que vislumbré nada conforma, nada satisface, si solo lo comparto con mi sombra.

escrito por: Daya.dmg