Una risa, otra más, las penas se van, el alma flota feliz e inocente, acomodado momentáneamente en ese rinconcito de tiempo veloz y eterno. Palabras tontas que logran llegar al fondo del ser y penetrar la memoria, enseñarnos un poco de verdadera felicidad. Recuerdos de una vida sin problemas ni dolor, recuerdos de un mundo al que llegamos sin saber y al que olvidamos volver. La soledad mas terrible, la oscuridad mas profunda, el camino mas tortuoso y al final ese maravilloso rincón de luz, las otras mitades, los otros rostros, esos seres maravillosa que son partes de nosotros mismos, que llegan al mismo tiempo a este punto, a ese encrucijada, solo para encontrarse con nosotros, consigo mismos, aun sin saberlo, que han llegado hasta aquí bien por suerte, destino o empujados por alguna gracia mas allá del todo. Cada obstáculo me ha llevado de un momento feliz a otro, ambos me han hecho crecer, espero que ninguno acabe alguna vez.
r.asuaje