El caballete:

Escritura semanal de pequeñas historias por un grupo de personas con mucha imaginación y poco tiempo libre.


7° ronda: La imaginación recursiva


Palabras utilizadas: Ilusión, fuego, vidrio


Durante clases la mente de Alex solía deambular mientras el profesor explicaba la cátedra del día. Le agradaba aquel pupitre al lado de la ventana; ya que facilitaba el vagar de sus ideas, al punto que los demás estudiantes lo consideraban de su propiedad y ya no se sentaban allí. Aquella ventana le permitía disfrutar de un hermoso cielo azul mientras los demás solo veían números. A lo lejos en la pendiente de una colina; más allá de las fronteras del patio de aquel colegio, había un viejo olmo que se veía desde aquel salón. Un día cualquiera imaginó que en la rama de aquel olmo había el nido de una hermosa ave, no descubierta por nadie aún y fruto de su imaginación. Poseía la cabeza afilada como un halcón, el porte de un águila, era solitario como la tórtola y tan grande como un perro pastor. En el interior del huevo que había en su nido, y que protegía con su vida, existía una galaxia. Esta galaxia giraba y modificaba su forma similar a una nube. En uno de los millones de planetas, que giraban alrededor de millones de soles dentro de esta galaxia, existía un faro; el cual se encontraba en medio de un desierto gigantesco; 100 veces del tamaño del Sahara. Dentro de aquel faro había un libro, el cual hablaba de un pianista; el cual nunca dejaba de tocar; así como nunca repetía ninguna canción. Su hija lo veía entristecida desde la puerta del salón, mientras aferraba en sus manos el regalo de cumpleaños que le había dado su padre tiempo atrás: una bola de cristal, que en su interior, al agitar, nieve caía sobre una cabaña de madera rodeada de pinos. Desde el vidrio de la ventana de aquella cabaña se veía una familia, sentada frente al fuego de una humilde chimenea comiendo juntos. La mayor de los cuatro hermanos de esa familia vivía con la mente en otro lugar, soñando con historias de amor perfectas entre almas gemelas. Estas almas gemelas se conocieron en un viaje en tren; y fue amor a primera vista; esto ocurrió mientras un anciano en la silla de al lado dormitaba. Este anciano soñaba con un pequeño niño que volaba papagayo descalzo en el techo de su casa; desde donde lo veía la hija de un pianista. Lo que Alex no conocía era que este niño en el colegio tampoco solía prestar atención a la clase para divagar viendo por una ventana.

 Escrito por: daya.dmg

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