El caballete:
Escritura semanal de pequeñas historias por un grupo de personas con mucha imaginación y poco tiempo libre.
cuento: Existencia cíclica
Palabras utilizadas: final, extensión, alquimista
Fui transeúnte de una serie de hechos que conformó mi existencia. El avance fue constante por un camino lleno de la espesa bruma que conformaba el saber colectivo. Existí sumergido en algo similar a un océano, cáliz burbujeante de vida, donde todos han estado, están o estarán; aquel cosmos de almas. A los 84 años, 3 meses y 17 días, finalmente me detuve de avanzar, volteé y observé la superficie desde la costa aquel líquido brumoso, lleno de transeúntes de ojos cerrados. Supe entonces que aquel había sido el final.
Me encontraba luego en el centro de una humareda, material de sueños, que me rodeaba de forma tentativa, torpe y sinuosa. Aprendí con el tiempo a desplazarlo con mi propia voluntad; a hacer de aquella bruma la extensión de mi cuerpo, y moldearla a mi antojo. Aprendí que ella podía moldear mi realidad, podía crearme un universo, una ciudad, un bosque o una silla si así lo deseaba; y así fui alquimista del sueño llamado realidad. Con el tiempo aprendí que los caminantes que salían del lago también tenían aquella capacidad, pero aquel magnánimo poder sin ningún control se devolvía muchas veces en su contra; moldeando su realidad a la continuación de su vida, sin enterarse así que habían emergido de aquel cáliz alguna vez para conocer este nuevo limbo. Vivían así entonces, hablando con fantasmas de humo acerca del trabajo, la guerra, la cena o el amor; hasta que se encontraran nuevamente con aquel mar y sin fijarse en el camino volvían a estar adentro.
Como a todo ser omnipotente empecé a juguetear con mis propios límites: Aprendí que del sueño, la imaginación y la creatividad nacían nuevas almas, jóvenes y dichosas que se sumergían irremediablemente, sin poder conversar con ellas previamente. Me sentí dichoso y satisfecho con el poder creador adquirido, y un orgullo paternal se apoderaba de mí cada vez que creaba nuevas vidas. Jugaba a pintor, los hacía a veces similares a mí; en otros momentos buscaba nuevas combinaciones y los liberaba; y descendían como copos de nieve; brillantes y redondos como luciérnagas.
Ahora, tanto tiempo transcurrido de aquello; me encuentro ya cansado de mi soledad.
Desciendo a las aguas nuevamente y me empieza a abarcar el olvido.
Supe así que aquel había sido el principio.
viernes, julio 02, 2010
|
Etiquetas:
alquimista,
Daya,
extensión,
final
|
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
- abrigo
- acertijo
- ajedrez
- albergue
- alcance
- alerta
- alquimista
- alrededor
- Antigüedad
- beso
- cadenas
- calle
- camafeo
- candelabro
- ciego
- ciudad
- colores
- compensar
- complacencia
- congruencia
- congruente
- correr
- costa
- creación
- Daya
- Dayadmg
- descubrir
- desear
- despedida
- despertar
- energia
- energía
- esquizofrenia
- extensión
- fantasma
- farsa
- Filius Ex liber
- final
- fuego
- genialidad
- hermandad
- humanidad
- ilusión
- immortal
- imposible
- innecesario
- juego
- laberinto
- lágrima
- lazy
- librero
- llegada
- lluvia
- luna
- luz
- maestro
- magia
- mano
- mecanismo
- mentira
- naturalización
- necesidad
- nihilismo
- noche
- onomatopeya
- overkill
- overwhelming
- palabra
- palabras
- paracaidas
- paracaídas
- paracaidista
- paradigma
- paralelo
- parsimonia
- peripecias
- perspectiva
- pienso
- portador
- predecir
- presentación
- pride
- RBK
- reality
- regreso
- reloj
- Reminiscencia
- respiración
- resultado
- roce
- ruido
- Sarasnake
- secuencia
- sendero
- Simón Blasco
- solitario
- sombra
- sorprender
- surreal
- suspicaz
- tren
- trueno
- vain
- ventana
- veracidad
- verdad
- víctima
- vidrio
- vino
- violonchelo
- yin yang
0 comentarios:
Publicar un comentario