El caballete:

Escritura semanal de pequeñas historias por un grupo de personas con mucha imaginación y poco tiempo libre.


13º RONDA DE CUENTOS

-Las ventanas vibran, las paredes bailan y las almas tiemblan, las bombas caen como truenos sobre calles, mercados y parques, agrietan el tiempo, mellan el espacio. Los pequeños brazos me rodean asustados mientras que sostengo contra mi pecho sus cartas, palabras corridas por lágrimas, palabras de vanos consuelos y promesas de “todo va a estar bien”, palabras que han armado su hogar en mi memoria y que ahora se me hacen inolvidables. -Otro trueno cae ahora un poco mas cerca del puesto de comando donde me encuentro, de momento estamos bien pero no es imposible saber hasta cuando esto será así; nuestro capitán nos otorga palabras de aliento, invocando una valentía necesaria y perdida en el rostro de los muchos aquí presentes, lo ignoro y miro la foto en el fondo de mi casco, otro trueno cae. -Palabras de adiós que desgarran mi alma, palabras de hasta pronto que dudan de la veracidad de ellas misma. El lecho vacío de los hijos como única compañía diaria, tan lejos del campo de batalla pero sintiendo la guerra tan de cerca, la ansiedad cotidiana a la espera de la noticia fatal, de cualquier noticia. -Gritos desesperados, ahogados por el estruendo que atraviesa el aire intocable, la imposibilidad de hacer algo al respecto, frascos y cajas vacías incapaces de suplir las necesidades de los moribundos y heridos, la sangre tiñendo sabanas y uniformes; una enfermera llora sin aliento bajo la escalera, me mira y dice “no hay nada que hacer”, “siempre hay algo que hacer” le respondo. -La pulcra habitación, el piso pulido, el inmaculado escritorio lleno de papeles, de mapas y órdenes que esperan ser firmadas, palabras de un pasado que ha sido traicionado; un vaso de whisky reposando sobre la mano de un hombre en constante encrucijada.
Reminiscencias del alma, de la memoria, del dolor, del pasado. Palabras inolvidables y olvidadas que dieron el presente como resultado multifacético, como resultado relativo y permanente, como resultado dependiente de la perspectiva de sus hacedores. Las ventanas vibran, las paredes bailan, las almas tiemblan y despierto, todo está en calma, es solo lluvia, mi corazón se calma y abrazo su cuerpo dormido una vez más.
r.asuaje

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