Frente a frente una vez más… Puede que en un día remoto dejes de sentir mi mirada, puede que en ese mismo día logre prever que tus ojos se enfocan en mi. Aunque es físico nuestro acercamiento, tu tristeza y mi desvarío nos alejarán infinitamente… Sabes que intentar ignorar ese algo que no está presente, resulta sumamente fácil, porque tristemente tu belleza inconfundible se ha perdido, se ha elevado o se ha sumergido en el medio de la nada…Ya no está a mi alcance hacerte volver.
Indiferencia e impaciencia se apoderan de mí si intentas brindarme palabras vacías de significado e importancia. No alcanzo escuchar los gritos que provienen de tu voz, pero si puedo escuchar los susurros de tu arrepentida conciencia, quien sólo sabe hasta dónde te llevará… Miras la luna, cual lobo solitario que al aullar sólo desea escucharse a si mismo, porque sabe que no hay alguien más. Dime, con ello, ¿Qué obtendrás?
Quien crea estar solo es aquel que no ha ganado la compañía que proviene de la fuerza de cambiar, de seguir, de amar… Hasta una copa del más exquisito vino sabe a hiel cuando al tomarla decides romper el trato que quisiste acordar, de no herirte, mucho menos de cambiar, pero sigue tu camino, algo pronto para ti vendrá, no importa cuanto corras, ni el sitio al que te dirijas, serás alguien tonto e iluso si piensas que no te encontrará, que tu ego imperfecto no sucumbirá ante la suprema majestuosidad de la vida, de unos brazos que al rodearte te harán desear exclamar con alegría, y una expresión de tu gélido rostro por fin se apreciará.
Arrepentirse del pasado es como intentar escapar de lo que se es, sin antes considerar que de allí venimos todos, transitando lentamente hasta ser lo que somos y hacer lo que hacemos. Intentar olvidar es como odiar, innecesario y vano… Tener algo que decir carece de importancia ante tener algo por lo cual vivir…